jueves, 16 de junio de 2016

Biznaga


"Para aquellos que desean aceptar e integrar todos los aspectos de su ser, aún aquellos que les desagradan o les son desconocidos.

En ocasiones no saben por qué no logran avanzar en sus asuntos, como si hubiera un bloqueo que no les permite hacer, pensar o sentir lo que se necesita para lograr lo que desean.

El remedio permite la congruencia con la persona que son en ese momento de sus vidas, descubrirla, aceptarla; y así tener claridad en sus deseos para perseguirlos sin demoras".

Artius

Uno de los procesos más importantes para nosotros es el poder definirnos a nosotros mismos; aunque nuestra identidad está en constante proceso de construcción y es indispensable cuestionarnos sobre ella, hay un hilo conector entre todo que nos permite saber que ese conjunto de características, emociones, etiquetas y demás cosas las reconocemos como parte de quienes somos. 

Hay veces que tenemos rasgos de personalidad o emociones que nos es difícil aceptar o digerir, los condicionamientos culturales, familiares, religiosos o nuestro entorno nos hacen reprimir estos aspectos o negarlos. No obstante, son parte de quienes somos y si los dejamos de lado es muy probable que tarde o temprano salgan de una manera no prevista o que incluso bloqueen el desarrollo personal o de algún área de nuestra vida. 

Aquí es cuando hay que revisarnos, y tener consciencia sobre estos aspectos de nosotros que pudieran estar olvidados en algún rincón de nuestro ser, queriéndose hacer presentes pero sin poder lograrlo ya que nuestro Yo no permite que salgan a la luz, pues podrían ponernos frente a algo que quizá sea un poco incómodo o muy desestabilizador. 

Podría ser, tal vez, nuestro coraje hacia cierta persona el que no nos deja avanzar en otras relaciones, o tal vez una culpa profunda o heredada que nos impide disfrutar plenamente nuestra sexualidad, o un mandato familiar que no nos deja prosperar económicamente. Mientras estas partes de nosotros no se vuelvan conscientes no podremos entender plenamente la situación ni vivirnos completos. Estas emociones o porqués que todavía no salen a la luz pueden ser la causa de que estemos atorados en nuestro camino.

La esencia floral de Biznaga está indicada para este tipo de situaciones; de una manera tranquila nos permite darnos cuenta y traer a la consciencia esos aspectos reprimidos, aún cuando tenemos algún síntoma o una situación en la cual queremos profundizar y entender plenamente por qué está apareciendo en nuestra vida, es una esencia que ayuda a deshacer los bloqueos que no nos dejan ser quienes somos ni hacer lo que queremos hacer.

Cuando estamos en búsqueda de respuestas también es muy útil tener esa calma para hacer una introspección tranquila y no vernos desestabilizados por lo que encontremos; la Biznaga nos enseña a darnos cuenta de lo que somos realmente, dándonos la conciencia de lo oculto en nuestro ser y de la razones de nuestras situaciones actuales. Así podemos elegir lo que queremos ser, descubriendo lo latente e integrando la totalidad del ser en un proceso de individuación que nos permita ser seres humanos completos y plenos, de esta manera, la congruencia se hace presente en nuestras vidas y por lo mismo, avanzamos sin tantos bloqueos, cada vez más auténticos y alineados con quienes hemos descubierto que somos en ese momento particular de nuestras vidas. Biznaga nos ayuda a desenmascararnos un poco, y a ganar conciencia sobre lo que había estado oculto desde una perspectiva de aceptación y tranquilidad, una esencia verdaderamente mágica.









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