jueves, 21 de julio de 2016

Plátano



Personas a las que les gusta imponer su voluntad , que se muestran fuertes e imperturbables, que quieren tener la última palabra y no les gusta verse ni sentirse débiles o vulnerables.

En ocasiones tiene problemas con su actitud o se encuentran en situaciones de conflicto debido a su necesidad de estar por encima de los otros".


Artius


Muchas personas tienen una idea de fuerza, o de lo que se supone debe mostrarla. Generalmente tiene que ver con imposición, con dominio o con el simple hecho de tener la razón cada vez que se discute un tema.

Alguna vez dijo San Francisco de Sales que no hay nada más suave que la fuerza ni algo más fuerte que la suavidad. Quizá pensaba también en la palabra “prepotencia” la cual mirándola con algo de curiosidad nos dice mucho sobre su significado; antes de la potencia, de la fuerza genuina, estará la prepotencia, que es poner el “poder” y mostrarlo antes que cualquier cosa. A muy pocas personas les parece positiva esta característica y valdría la pena preguntarse qué clase de fuerza o de poder tendría que mostrarse en un lugar tan prioritario que la de cualquier otra característica en una persona. La esencia de plátano trabaja exactamente esto, sus atributos principales es la de traer humildad que tiene su origen en la calma interna, en la no reactividad.

¿A qué se refiere  la no reactividad y la humildad cimentada en la calma? Es algo que podemos ver muchas veces en nuestra vida, todos nos hemos encontrado con alguna persona que siempre quiere imponer su punto de vista, que rara vez admite haberse equivocado o que pierde la objetividad en una discusión; incluso pueden ejercer dominio sobre sí mismos u otros y dejar de sentir dulzura en su vida con el afán de parecer hechos de roca o imperturbables. 

Sin embargo la represión de los sentimientos y emociones rara vez llevan a resultados que tengan que ver con calma verdadera, el dominio de otros tampoco tiene que ver con la fuerza de carácter sino con un ejercicio del poder más tendiente hacia la tiranía y no hacia una aceptación de las diferentes formas de ser o pensar de las personas.

Si alguien es realmente fuerte ¿Para qué querría dominar, imponer, alardear o mostrarse aparentemente invencible?

Cuando hablamos de humildad cimentada en la calma nos referimos a esa fortaleza que viene de sentirnos seguros de nuestro poder personal, ser capaces de mantenernos sensibles ante la vida y las circunstancias sin miedo a perder potencia, pues sabemos que la tenemos y no hay necesidad de hacer alarde de ella solamente para evitar ser dominados o lastimados.

Mucho de la esencia floral de plátano tiene que ver con este perfil de personas, esos seres aparentemente fuertes, sin emociones, distantes, que no muestran ninguna forma de sensibilidad ni dulzura, que se imponen por la fuerza para mostrar su poder.

Los plátanos en realidad son así, ásperos y duros en la cáscara pero encierran un fruto blando, suave y dulce. El miedo a la pérdida de esta cáscara es lo que hace que la persona deje de ver lo bueno que es poder entregarse con la flexibilidad suficiente para poder recibir amor, ternura y expresar su ser. Es por eso que muchos autores la recomiendan para las personas que tienen desequilibrio con lo creen que es la masculinidad e incluso para los machistas, pues ayuda a tomar conciencia de lo que es el poder en realidad.

Y esto es en verdad una fuerza sorprendente, porque el despojarse de las armaduras es estar seguro de que no las necesitamos todo el tiempo, de que podemos ser humanos en vez de rocas, como cuando los niños no tienen miedo de llorar y expresar necesidad. La inocencia de no sentir vergüenza por dejar ver las partes vulnerables de nosotros está cimentada en la humildad y en la calma interna, en la certeza de nuestro potencial y la sabiduría para evitar reacciones innecesarias. 

Cuando existe esta certeza no hay necesidad de mostrar un yo todopoderoso, de anteponer la fuerza antes que nuestro ser;  tampoco hay necesidad de vociferar o exagerar nuestros logros o habilidades, lo que existe es paz y seguridad. No existe tampoco ese miedo a ser devorado por el otro.

De ahí y que a modo de alegoría, la carta del tarot que representa la fuerza no muestra a un hombre fortachón ni lleno de músculos, tampoco muestra un tanque de guerra ni a una persona aplastando a otra. Lo que muestra es a una doncella abriendo las fauces de un león y su significado aunque parece misterioso en realidad es muy claro.

La verdadera fuerza tiene estos dos componentes y son inseparables, la delicadeza de la mujer contrasta con la ferocidad del león; y es que para ejercer poder sobre esa fuerza descomunal debe haber calma, seguridad en la capacidad de ejercerla y también la ligereza de los dedos para dominarla y no dejar que se escape. 

De otra manera la fuerza del león sin la delicadeza, calma y templanza de la doncella, se convierten en un animal salvaje que seguramente terminará encerrado en un zoológico o en la pared de algún coleccionista, disecada y muerta. Nunca hay que tener miedo de mostrar la espada, sin embargo traerla desenvainada por todos lados es señal de un temor terrible; es como aquel dicho que contaba que se puede medir el miedo de una persona al ver el tamaño de la pistola que trae. También por eso que dicen por ahí que la fuerza y el valor sin calma y estrategia son mera estupidez.








viernes, 8 de julio de 2016

Girasol





"Para aquellos que tienen una idea de su valor personal en desequilibrio; pueden sentirse superiores a los otros y estar muy centrados en sí mismos; o sentir que no están a la altura de sus semejantes y evitar hacerse notar.

El remedio ayuda a verse en su justa medida para reconocer y asumir quiénes son, y de lo que son capaces. Permite dar más fuerza al carácter y a la personalidad" 

Artius



El Girasol trabaja el ego. Generalmente podemos decir que observamos un ego inflamado o uno desinflado, aunque en realidad es una sola situación disfrazada. No hay tal cosa como un "complejo de superioridad" sino una persona con una baja estima de sí que está sobrecompensando este sentimiento haciendo lo contrario. Aquí es cuando entramos en el terreno de la esencia floral de Girasol.

Cuando tenemos un ego debilitado, que no se siente a la altura de los demás, es muy probable que nos sintamos opacadxs por las luces de los otros, que dejemos de hacer cosas o de participar en el mundo por miedo a "no dar el ancho". El sentimiento de inadecuación puede incluso hacernos sentir que no podemos con lo que tenemos que enfrentar, como si no estuviéramos equipados o preparados para afrontar la vida, desconociendo sus reglas, sus trucos y lo que implica estar y moverse en el mundo. 

Es muy curioso que la esencia floral de Girasol trabaje con el equilibrio de la fuerza "masculina" o Yang (desde el punto de vista energético, no hablando así de mujeres y hombres) que incita a la acción. Cuando hay un déficit de Yang o una distorsión de lo masculino podemos encontrar ya sea lasitud, falta de fuerza, estancamiento, falta de confianza, ningún impulso para luchar o salir al mundo. Y esta energía generalmente es responsabilidad de la figura que representa el Yang en la crianza, pudiendo ser una sola persona también. 

Cuando hay problemas con la fuerza "masculina-Yang" entonces las personas se ven truncadas en su socialización, perdiendo o no integrando los aspectos que le permitirán saber cómo moverse en la vida y en la sociedad, como consecuencia habrá todo este menosprecio de uno mismo y la falta de confianza, pues el apoyo o fuerza que les impulsa a participar y moverse...está ausente o fue muy débil. En ocasiones nos hemos visto maltratadxs por estas figuras y por lo mismo se rechazan los símbolos que la representan. La esencia de Girasol trabaja este tema y por lo mismo también la relación con estas figuras y símbolos.

Generalmente el Yang está vinculado con el padre o con la autoridad (que son los que marcan la pauta, las reglas, el movimiento, la providencia de recursos etc.) por lo que esta esencia está fuertemente indicada cuando hay problemas en la relación con quien representa estos símbolos, puede tratarse del padre, lxs maestrxs, el gobierno o quien sea que tenga el rol de guiar e impulsar hacia la acción, de introducir a la persona a la vida y a cómo participar en ella. De nuevo es importante detenerse a entender que, si bien estereotípicamente se asocia este tipo de energías a los hombres, no son los únicos que la ostentan, todxs tenemos las dos polaridades y es importante reconocerlas en nosotrxs y en nuestro entorno para no caer en dicotomías, estereotipos o malentendidos sobre hombres dominantes y mujeres sumisas.

Si ha habido un abuso por parte de alguna persona con un Yang en desequilibrio la esencia de Girasol ayudará a restaurar el lazo con esta fuerza, junto con otras esencia florales que ayuden a mitigar otras emociones desagradables que puedan estar implicadas. Es importante volver a conectar con esta parte de nosotrxs para evitar desbalances en nuestro ego.

Cuando tenemos un desequilibrio y no se ha tendido hacia la desvalorización por un mecanismo de defensa, generalmente se tiende a inflar la opinión de uno mismo para no dejar ver la debilidad interna que nos aqueja. Comenzamos a sobre actuar eso que quisiéramos sentir, mostrándonos vanidosxs, soberbixs, pendencierxs, pensándonos mejores que los demás. Esta no es la realidad de la persona sino la careta que pone ante el mundo y la falta de un equilibrio en la valía personal. La seguridad personal no se tiene que actuar, es algo que se ve natural, si se exagera entonces hay necesidad de más, y cuando hay necesidad entonces no hay autenticidad en su expresión.

Cualquiera de estas dos polaridades, que en realidad son la misma cosa, la esencia floral de Girasol ayuda a encontrar el equilibrio y a ver el justo valor de nosotrxs mismxs. Nos permite sentirnos mejor y más preparadxs para afrontar lo que tenemos que hacer, a asumir las responsabilidades que nos corresponden y a compartir más abiertamente con lxs demás sin centrarnos excesivamente en nuestras necesidades o dejarnos de lado por no sentirnos lo suficientemente buenxs. También ayuda a afianzar el "yo" de la persona para poder encontrar mayor fuerza en quién es y por lo mismo dejarse ver y ponerse en el lugar que le corresponde, sin sentirse más ni menos que lxs otrxs.

domingo, 3 de julio de 2016

La importancia de tomarse en serio

La importancia de tomarse en serio

Generalmente no pensamos mucho en esos momentos en los que dudamos de nosotros mismos, de nuestras capacidades, de nuestros objetivos, de cómo nos vemos, de lo que queremos. No nos tomamos el tiempo de averiguar más porque; francamente es muchas veces difícil, poco práctico en el mundo de la velocidad voraz del día a día y las demás veces puede resultar simplemente aterrador echarse un clavado y mirar al monstruo de frente (aunque sea nuestro reflejo en el espejo)

Y es que también pareciera que pensar mucho en uno mismo es señal de narcisismo, de egolatría y se ve mal, no está tan padre pensar en uno, en platicar de nosotros, de lo que nos gusta, de lo que hemos logrado, de lo que somos capaces y a veces es mucho mejor comenzar a recalcar nuestros defectos porque damos la apariencia de ser más humildes o más humanos. No podríamos estar más equivocados, porque la humildad no tiene nada que ver con no ser reconocidos ni apreciar lo que somos, sino de saber en dónde estamos parados verdaderamente; desde su origen tiene más que ver con reconocernos y tomar el lugar que nos corresponde pues es son nuestras acciones, o virtudes lo que nos hacen grandes, sin importar de dónde vengamos o qué títulos tenemos, es más una actitud de hacer reverencia cuando es necesario.

¿En dónde cabe el hecho de que observarnos es ególatra? Tal vez en un malentendido de moralidad o en lo que nos han enseñado culturalmente; de cualquier manera, el hecho de pensar en nosotros porque queremos tener una vida mejor, ser mejores personas o simplemente ser más felices es un acto también de compartir, suficiente hacemos con sentirnos bien aun cuando no hagamos algo más, porque simplemente es más fácil tratar con alguien feliz que con alguien enojado, y eso ya es aligerar la carga a mucha gente.

Por esto es importante tomarse en serio, y no en el sentido de volverse casi un santo o tener una sobredosis de autocontrol durante nuestros días, sino en el hecho de saber que tenemos la responsabilidad de ser quienes somos porque nadie más lo hará. Hemos leído infinidad de veces que somos únicos e irrepetibles, parece trillado por tanta repetición y porque es cierto que se ha utilizado con fines tan comerciales que el sentido verdadero se ha perdido. 

No obstante no deja de ser verdad; y si bien podemos creer que entre los más de siete mil millones de habitantes del planeta realmente nadie es indispensable, es diferente a no ser necesario o importante; y si bien somos muchos (demasiados tal vez) la combinación de lugar, tiempo, personalidad, entorno y todos los factores que se conjugan para que una persona pueda ser es realmente única, irrepetible, no podría ser de otra forma porque todo lo que ha hecho esa persona la ha llevado ahí, y todo lo que la ha llevado ahí la ha hecho ser esa persona, inmersa en su mundo, como una manifestación de destinos que se juntaron sin planearse, como una sinfonía de sincronías.

Y dado que nadie puede hacer lo que cada uno de nosotros tiene la capacidad de hacer; tomando en cuenta lo que ya mencionamos sobre ser único e irrepetible; es importante que nos tomemos en serio, que no bromeemos sobre nosotros mismos; y bromear quiere decir tener dudas sobre nuestro potencial, una duda o inseguridad es normal y deseable, pero llevar esta duda al punto de no actuar por miedo a fracasar, es una acto de egoísmo también.

¿A cuántas personas podríamos estar ayudando si nos tomáramos en serio? ¿Seríamos más auténticos, y por ende, más útiles si nos acercáramos a lo que siempre hemos soñado ser?
Dos cuestiones importantes sobre las que vale la pena reflexionar ¿Qué nos está impidiendo tomarnos en serio y tomar partido en lo que sucede a nuestro alrededor? ¿Hay cosas y factores que nos impiden avanzar? ¿Nuestra vulnerabilidad nos está jugando una mala pasada o incluso está amenazando nuestra vida? Hay que tener en cuenta  que estamos inmersos en un sistema con reglas, mandatos (muchos de ellos caducos) y creencias personales que nos pueden estar impidiendo ser quienes somos realmente, y es claro que cambiar no es solo cuestión de voluntad (como muchos piensan erróneamente) es importante saber si una enfermedad, una creencia, un entorno o un pensamiento propio o ajeno nos está truncando nuestros desarrollo. 

Tomarse en serio también incluye ser humilde en reconocer que no podemos con todo, que hay momentos en que la desesperación nos invade y que necesitamos una mano amiga que nos saque, o que nos jale las orejas si el problema somos nosotros.


En fin, los invitamos a confrontar un poco al monstruo del espejo, si nos fijamos un poco más y dejamos de lado el susto inicial, veremos que se parece mucho a nosotros, incluso podremos ver en sus ojos un brillo bastante conocido; y en sus fauces el esbozo de una sonrisa, muy parecida a esa que siempre hemos deseado tener. Escuchando más atentamente tal vez podamos oír sus secretos que nos susurran cosas que nosotros ya sabíamos pero evitábamos. Y quién sabe, tal vez podamos incluso pedirle el favor de que nos muestre cómo llegó hasta ahí, cómo sabe lo que sabe, qué pasó para volverse irreconocible y si nos va bien, incluso podría regalarnos un poco del tesoro que guarda ¡Porque bien sabemos que los monstruos siempre esconden uno!