Las rosas siempre se han utilizado para expresar sentimientos, amor, y en algunos círculos místicos se
les considera como flores de elevada vibración. Se utiliza en aceites, tinturas, homeopatía, teniendo siempre un efecto antidepresivo, relajante y elevador del espíritu, promoviendo el buen humor y la disposición amorosa.
Y como remedio floral no es la excepción, es una esencia verdaderamente maravillosa que nos permite abrir el corazón al amor universal. Y la manera más fácil de abrir el corazón al amor, que es el antídoto del miedo y de la oscuridad, es sanando las penas, dolores y los pesares que nos han hecho cerrar nuestras fronteras para protegernos.
De esta manera, la esencia floral de Rosa rosa, nos ayuda sanar las penas, las pérdidas, los dolores, las traiciones, todo aquello que haya provocado que nos escondamos de abrirnos a contactar con los otros o que nos provoque desconfianza y sospecha, elimina el odio, que no es más que un amor herido que no ha podido encontrar el eco deseado en su objeto elegido.
Al abrirse nuevamente, el corazón puede comenzar a entender y empatizar con los otros, comprendiendo muchas veces las situaciones que llevaron a los otros a actuar como actuaron, y de esta manera facilitando el perdón y comprensión, sin que esto signifique dejar de lado la dignidad ni el amor propio que, ahora profundizado, pone limites sanos y firmes.
Definitivamente es una esencia floral que se ha vuelto una de mis favoritas, junto con el medicamento homeopático y la tintura madre, son elementos terapéuticos que llevan a los consultantes a poder recuperar el ánimo y la esperanza cuando el amor se ha marchitado en sus vidas, sobre todo cuando las adversidades en el campo sentimental han pegado duro en sus existencias. No hay como el bálsamo del amor y el gozo de poder conectar con los otros para aliviar las incertidumbres de la vida, y la esencia de Rosa rosa nos acerca a este estado de apertura y entrega que todos necesitamos.
