Sanar la vivencia de la madre significa afianzarnos en el mundo.
Es uno de los
trabajos terapéuticos más importantes en psicología y también ha sido retomado por la terapia floral
y la homeopatía. La madre es el primer vínculo que tenemos en el mundo, y como
tal marca una pauta sobre cómo lo percibimos y cómo cimentamos nuestra
existencia física.
Las emociones de la madre también nos afectan cuando estamos
en su vientre, cómo vive y experimenta su embarazo es algo que queda marcado y
grabado en nuestras memorias. Nos estamos formando dentro de su cuerpo, y todos
los estímulos que recibimos a través de ella pasan a ser parte de nosotros, a
veces de manera inconsciente. Muchos autores van más lejos, y mencionan que
incluso la reacción que la madre tiene respecto a la noticia de estar
embarazada puede determinar el sentimiento del nuevo ser frente a la vida, y si
es seguro vivir en el mundo o no.
Las figuras maternas no sólo son las que engendran, y no solo se refiere a las madres biológicas, también son madres aquellas que eligen tener ese rol, las que adoptan, las que de alguna manera y por circunstancias de la vida hacen este papel vital en el desarrollo de los seres humanos. De ahí que la experiencia de la maternidad siempre deba ser deseada y elegida, solo de esta manera trae felicidad, ya que cuando es forzada o atenta contra los derechos de las mujeres siempre significa una violación a la libertad y la dignidad; y por supuesto que tiene efectos negativos en los hijos y en todo el sistema familiar y social.
Explorar nuestra relación con la madre es vital, hay muchos miedos y ansiedades que pueden tener un origen arcaico, viniendo de nuestras experiencias más tempranas y los primeros intentos que hacemos para
relacionarnos con la figura con la que contactamos cuando nacemos. Puede
ser a veces que el miedo a la soledad, el miedo al abandono, y el miedo a la
intimidad tengan que ver con cómo vivimos la experiencia de llegar al lugar
desconocido que es el mundo y depender solamente de una persona. Recordemos que
no tenemos las herramientas de la adultez que nos permiten discriminar
información, o darles nombre a las cosas, simplemente sentimos, y muchas de estas sensaciones quedan como una huella en nuestro ser, para bien y para mal.
Si tuvimos un vínculo seguro, en el cual pudiéramos confiar, afectuoso, que
atendía a nuestras necesidades y que se sintiera feliz de la llegada del nuevo
ser a su vida, es más probable que nos desarrollaremos fácilmente,
cimentándonos bien en el mundo. Lo sentiremos como nuestra casa y probablemente
también podremos intimar y relacionarnos sin angustias con otras personas, sin
miedo al abandono, o sin sentir que necesitamos ser valorados y validados por
las otras personas, antes que entregarnos ese valor por nuestra propia cuenta.
Mariposa Lily es un remedio maravilloso que nos permite explorar
y conectarnos con el arquetipo de madre que tenemos dentro de nosotros. Nos
permite desarrollar la seguridad de estar nutridos, protegidos y amados, sobre
todo en casos en los que la relación con la madre ha sido conflictiva, o cuando
ha habido rechazo o ausencia de ella. Hemos visto excelentes resultados con
personas que han sido adoptadas o que han quedado huérfanas, incluso si solo
tienen el sentimiento de estar abandonados o en estado de orfandad. Este
remedio nos da la capacidad de sentir la protección de la madre interna, que
nos nutre y nos sustenta para apoyarnos en su regazo.
Va muy bien a personas que tienen ansiedad por perder los
vínculos con otras personas, que se vuelven muy dependientes de relaciones,
aunque sean poco sanas, y que de alguna manera han sufrido un abandono
significativo. El sentimiento de abandono no solo se da en casos en los que la
madre no está físicamente, también hay un tipo de abandono emocional en el cual la mamá está presente, pero no está involucrada en la crianza o rechaza de alguna manera
a sus hijos.
De la misma manera, es muy aplicable en casos en donde hay sobreprotección materna, y se necesita tener una vivencia sana, cortar el cordón umbilical sin sentir tan fuertemente el dolor de la separación. Cuando se tiene una figura materna muy dominante, y no se permite a los hijos crecer y desarrollarse, Mariposa Lily devuelve la certeza y el sentir de calma de tener el apoyo de una figura maternal protectora y fortificante.
También es muy útil en casos en los cuales la madre ha
trascendido y ya no está presente, el remedio nos permite poder conectar con su
presencia y su recuerdo, sintiéndonos acompañados por ella una vez más, muchas veces primero se libera el dolor de la pérdida y después sanamos y dejamos ir en paz.
El uso de esta esencia floral puede ser prolongado, una de
las ventajas indiscutibles de la terapia floral es que no existen sobredosis ni
excesos de medicación, de esta forma podemos modular la terapia y la dosis, de
acuerdo a la necesidad del paciente. Aprendemos también a autoregularnos y ser
más autónomos con nuestro tratamiento. Por ello es importante la intervención y
guía de un experto, que nos enseñe cómo ir dosificando saludablemente.
Mariposa Lily es una flor con beneficios extraordinarios,
que nos permite sanar una de las relaciones más importantes de nuestra vida.
También nos permite concebir la maternidad de una manera más sana y saludable,
viviéndola con amor, seguridad y libertad. La maternidad sana siempre es una
maternidad deseada, y las consecuencias de no permitir a las mujeres decidir
sobre su cuerpo también nos afecta, aún de manera inadvertida e inconsciente.
Es por eso que este remedio nos permite reconciliarnos con nuestra madre y la
propia vivencia de lo que significa el arquetipo de "ser mamá", y así también entender a la mujer como un ser humano con libertades que deben ser respetadas para que,
si decide dar vida, sea con toda convicción y amor verdadero, que dignifique, libere y trascienda.